En la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, músicos, artistas y técnicos de música y de artes escénicas se suman a las protestas sindicales ante las sedes de las patronales en todo el Estado.
Lo hacen para denunciar que las patronales de la música en vivo actúan de espaldas al Convenio y al margen de las necesidades de sus trabajadores y las legítimas reivindicaciones de estos. Que ello es consecuencia de la imposición unilateral de unas reglas que solo atienden a sus intereses y que les ha permitido actuar como un monopolio, despreciando normativas y leyes.
Este monopolio ha impulsado, además, un discurso falso que tergiversa la realidad social y económica de la música en directo y de sus trabajadoras/es. Por todo ello, en el Día Internacional del Trabajo Decente, los sindicatos de músicos instan a la patronal a que ponga fin a sus 40 años de monopolio.
La industria de la música en vivo, manipulada por empresas privadas y públicas, no ha contado nunca en su funcionamiento con la participación y opinión de los músicos y artistas. Algo insólito que no ocurre en ningún otro sector económico. Las patronales deben reconocer las relaciones laborales como el camino correcto para resolver el alto índice de precariedad del sector y, así, avanzar hacia la regularización.
Las patronales España de Noche – FASYDE, ACCES, APM y ARTE, y los sindicatos, tienen un marco legal, el Convenio Colectivo Estatal de 2012, en el que periódicamente, se establecen, actualizan y acuerdan los términos de las contrataciones en los espectáculos públicos.
Llamamos al compromiso de la parte empresarial para reconocer el Convenio y, además, cumplirlo. Basta ya de justificar lo contrario con esa burda realidad paralela acuñada como “ecosistema del tejido cultural” que, liderado por un modelo de negocio ilegal basado en el chantaje, solo genera precariedad y es insostenible incluso contando con las generosas ayudas, públicas y de patrocinadores. No son empresarios los que afirman que hacen conciertos y cultura, al mismo tiempo que obligan a músicos y artistas a pagar por hacerlos.
Músicos, artistas, técnicos y empresas, juntos, pueden lograr que el trabajo de todos sí sea decente. El Convenio Colectivo está hecho por todos y para todos, y debe cumplirse. Este cambio de paradigma, cumplir con lo que se ha acordado en el Convenio y con el Estatuto de los Trabajadores (Art. 2, letra e), será clave para alcanzar el trabajo decente