El análisis de la siniestralidad laboral en las actividades de FeSMC-UGT desarrollado en por FeSMC-UGT, basado en la publicación periódica sobre Estadística de Accidentes de Trabajo del Ministerio de Trabajo y Economía social (MITES), revela, con la dureza de los datos estadísticos, la realidad patente en el macro sector de servicios de nuestro país.
Abordamos la evolución del número de Accidentes de Trabajo (AT), para el período comprendido entre los años 2014 y 2020. Si bien, del último de los años, no disponemos de la publicación de los resultados detallados. Así que, por tanto, se ha tenido en cuenta el período 2014-2019 para analizar la evolución según sexo y edad. El año 2020 supone, debido a la drástica reducción de la actividad económica por la crisis sanitaria de la COVID-19, una reducción también del número de accidentes.
Los accidentes de trabajo en jornada constituyen la mayoría de los accidentes y su análisis nos permite describir la evolución según la actividad económica en el nivel que interesa para este informe.
Del análisis realizado, se pueden extraer varias conclusiones:
- El número de AT se ha incrementado en los sectores de FeSMC-UGT en un 35,6 % desde 2014 a 2019, si bien la caída de la ocupación provocada por la pandemia ha reducido su número en un 30,8 % en 2020 respecto al año anterior. Por lo tanto, la primera conclusión es obvia, el número de accidentes crece con la ocupación, y viceversa.
- Se ha incrementado la proporción del número de AT de las personas trabajadoras de FeSMC-UGT sobre el total de sectores, especialmente entre las mujeres.
- Teniendo en cuenta la edad, entre 2014 y 2019 aumenta el número de accidentes entre las personas más jóvenes (menores de 30 años) y las mayores (55 y más) y, especialmente, entre las primeras.
- Los sectores de Hostelería y Turismo, Comercio, Transportes y Comunicaciones, Medios de Comunicación y Cultura incluyen actividades en las que más crece el número de accidentes. Pero la variabilidad de ese número depende más de la edad (y su distribución en los sectores) que del género.
- La temporalidad y la parcialidad va asociada a un mayor número de accidentes en todos los sectores.
- Y las pequeñas empresas acaparan la mayoría de los accidentes con baja en jornada, aunque, entre 2014 y 2019, crece también el número de AT en las empresas de mayor tamaño.
Cuando hablamos de siniestralidad laboral, ninguna cifra es buena, ya que detrás de cada accidente se encuentra un trabajador o una trabajadora. Pero es que además hemos observado un aumento en el número de accidentes de trabajo hasta 2019, lo que evidencia que las políticas de prevención de riesgos laborales de las empresas no están funcionando ni los poderes públicos están desarrollando convenientemente su función de velar por la salud laboral de las personas trabajadoras.
Parece ser, que, si no se ve, no existe el problema. ¿Cómo es posible que con los datos de accidentabilidad y mortalidad existentes apenas haya noticias al respecto?
En opinión de FeSMC-UGT, las administraciones públicas deben implicarse más en este problema, visibilizándolo y concienciando a la sociedad mediante campañas y obligando y sancionando con más dureza la falta de cumplimento de la normativa laboral.
La prevención de riesgos laborales no se puede limitar a reunir la documentación exigida para cumplir con la normativa o al intercambio de “papeles” para realizar la coordinación de actividades empresariales. Debe estar perfectamente integrado en la estructura de la empresa.
Es necesario realizar una mayor inversión en prevención y la creación de programas de políticas públicas en materia de seguridad y salud en el trabajo.
Se debe cumplir y hacer cumplir la ley, ya que todos los accidentes son evitables y, detrás de un accidente, suele haber un incumplimiento de la normativa.