Productora Faro S. A., una de las empresas de referencia en el sector audiovisual en Galicia, comunicó la semana pasada al Comité de Empresa su intención de presentar un ERE de extinción del 100% de la plantilla, que afecta a 19 trabajadores (guionistas, redactores, productores, realizadores, editores de vídeo, sonidistas, operadores de cámara, personal de mantenimiento y de oficinas) algunos con una antigüedad de 36 años en la empresa.
Los trabajadores fijos discontinuos, un total de 26, también se verán afectados y de nada servirán los más más de diez años trabajando en la productora. Asimismo, personal por obra y autónomos que a día de hoy no han podido cobrar sus facturas pendientes, tendrán imposible un cobro inmediato.
El Comité de Empresa afirma que se siente engañado porque la dirección de la misma había anunciado a mediados del mes de abril la presentación de un concurso voluntario de acreedores para intentar salvar la empresa, algo que no llegó a producirse.
El propietario de la productora, Luís Collazo Pascual, incluso llegó a manifestar delante de todos los trabajadores, convocados en asamblea por el Comité de Empresa, que estaba buscando posibles inversores, cuando supuestamente lo que estaba haciendo en realidad era preparar un ERE de extinción para despedir a todo el personal.
Existe un punto de incongruencia en todo este entramado, pues la empresa alega que en los últimos años su deuda aumentó hasta el punto de tener cargas cuantiosas con la Agencia Tributaria, a pesar de haber firmado contratos con su principal cliente, TELEVISIÓN DE GALICIA, de forma ininterrumpida para la realización de varios programas de televisión, algunos de ellos desde el plató de la productora (grabados o en directo).
La productora engañó al Comité de Empresa con falsas expectativas de inversión ajena cuando realmente tramaban un despido masivo
Las personas trabajadoras siempre han cumplido, y siguen cumpliendo acudiendo a sus puestos de trabajo diariamente, a excepción de los que están teletrabajando con motivo de la pandemia del COVID, a pesar de que la empresa les debe las nóminas del mes de abril y en algunos casos las pagas extraordinarias.
El Comité de Empresa mantiene activada una huelga, que se aplazó por la promesa del empresario de buscar una salida, y se reactivó por si fuera necesario secundarla.
La dirección de la empresa atenta contra una confianza fraguada por años de duro trabajo, que ahora tratan de disolver en pocos días tratando a las personas trabajadoras como desconocidos y de forma despectiva. La situación se están tornando en insostenible y durante estos días se han vivido en las instalaciones de la Productora Faro momentos de tensión, sobre todo cuando el empresario se encaró con varios miembros del Comité de Empresa para pedirles que les entregasen las llaves de la empresa de malas maneras, cuando ninguno de ellos había recibido una comunicación de cese de su actividad. Unos días antes Luís Collazo también comunicó a otros empleados que apagasen los equipos en las salas de Edición y se fuesen para sus casas, un hecho que les sorprendió por la supuesta desconfianza hacia personas con una larga trayectoria en la productora.
Luís Collazo Pascual asegura que Productora Faro S.A. no tiene viabilidad y ha optado por el cierre. El Comité de Empresa sospecha que su intención es llevar a cabo un despido colectivo a coste cero y que el cien por cien de los trabajadores cobren sus indemnizaciones del FONDO DE GARANTÍA SALARIAL (FOGASA), cargándole al Estado toda la responsabilidad de la mala gestión de la productora en los últimos años.
Una nefasta gestión empresarial que menosprecia a las personas trabajadoras y que se pagará con los impuestos del pueblo español.