La grave crisis que seguimos padeciendo desde hace 14 meses por la pandemia de la Covid 19 ha agudizado la ya de por si crónica precariedad que aqueja a los periodistas en España. Pérdida de puestos de trabajo –en un sector que fue uno de los más perjudicados por la anterior crisis de 2008-, rebaja de las condiciones económicas, Expedientes de Regulación de Empleo, jornadas interminables – ya sean en las redacciones o teletrabajando y, en este caso, las están sufriendo especialmente las mujeres-, etc. En este ambiente de inestabilidad los periodistas son más vulnerables y sufren situaciones de presión que afectan a su trabajo.
Este año el Día Mundial de la Libertad de Prensa tiene como lema: “La información como un bien común” y, desde la AG-UGT, lo consideramos muy adecuado en este largo periodo de pandemia. Los trabajadores y las trabajadoras de los medios de comunicación están realizando una gran labor de servicio público en la grave situación que nos ha tocado vivir. La ciudadanía tiene derecho a una información veraz, contrastada y plural para luchar contra la pandemia y contra el virus de la desinformación.
La polarización política también está afectando de forma negativa a la libertad de prensa en nuestro país. En algunos casos la polarización política se convierte en polarización mediática y, a veces, son vasos comunicantes que producen información interesada en vez de información veraz. También es preocupante el ejercicio equidistante en la producción informativa que, cada vez, se hace con más frecuencia. Insistimos, información interesada más que información veraz.
Otro efecto negativo son las presiones, los vetos o los señalamientos públicos que hacen algunos políticos a periodistas o medios de comunicación. A esto hay que añadir los insultos y agresiones que sufren en un constante goteo nuestras compañeras y compañeros en el ejercicio de su profesión.
Estamos sufriendo una grave pandemia, estamos padeciendo una grave crisis económica y también un deterioro de la libertad de prensa en España.